EL GEOCACHING LLEGA A PENAGOS

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Geocaching.

Podríamos describir el geocaching de formas muy elaboradas, pero a menudo la definición más sencilla es la más acertada: es una combinación perfecta de actividad al aire libre y alta tecnología (al alcance de tod@s).

El término Geocaching no es más que la forma con la que conocemos a la gran búsqueda del tesoro que nació cuando a partir de Mayo de 2000 se liberó la señal de GPS para uso no militar, esto es, para que tod@s pudiéramos utilizarla. Como nota histórica curiosa, el geocaching nació de un grupo de aficionados a la geolocalización en un ámbito más o menos científico, que decidieron celebrar la noticia de la liberalización de la señal GPS organizando una gran búsqueda del tesoro. De esta forma, se escondió en un bosque en las afueras de Portland (Oregon) una lata con diversos objetos en unas coordenadas determinadas. La localización de ese primer geocaché fue compartida en una publicación científica retando a sus miembros a buscar el “tesoro”. Unos días más tarde fue encontrado el primer geocaché por el primer geocacher… aunque ninguno de ellos eran conscientes de lo que vendría después…

Este juego se extendió rápidamente por todo el planeta, que parecía estar deseando jugarlo. Obviamente ha evolucionado mucho en sus ahora 23 años de historia, pero básicamente sigue siendo lo mismo: salir a buscar un pequeño contenedor en unas coordenadas determinadas. En un principio solo los más aficionados a la geolocalización: montañeros, senderistas… se acercaban a esta actividad, pero con la llegada de los smartphones la tecnología GPS acabó por popularizarse y, con ella, también el Geocaching.

Con el tiempo, el juego se ha expandido y ha ido ramificándose en muy diversas formas de mayor o menor dificultad, pero en lo que toda la comunidad geocachera está siempre de acuerdo es en que te llevará a lugares que de otra forma nunca hubieras visitado.

El Geocaching puede ser una excusa para una ruta de montaña, un añadido a la visita a un pueblo con encanto, un acicate para los niños en las excursiones al campo, un reto para remover esas neuronas que estaban aletargadas… Y es que hay tantos “cachés” diferentes como jugadores, ya que el juego se hace por éstos y para éstos …. Son l@s propi@s jugador@s l@s que esconden y retan al resto de la comunidad a descubrir rincones inesperados, a resolver acertijos más o menos complejos, a ver más allá de camuflajes increíbles…

Las normas del geocaching, que las hay, son muy sencillas: firmar el libro de firmas que debe incluir todo geochaché, dejarlo todo tal como lo encontraste y, si el caché contiene objetos de intercambio y quieres llevarte algo, dejar algo a cambio de igual valor o superior. Más allá de estas pequeñas normas sobre cómo actuar cuando encuentras un caché, el mundo del geocaching está muy ligado a la naturaleza y siempre se recomienda respetar el medio ambiente para que todos puedan disfrutarlo.

Más recientemente las administraciones han abierto la puerta al uso del geocaching como herramienta dinamizadora para lanzar iniciativas de ocio al aire libre. A nivel local o regional, son muchos los proyectos ligados al geocaching que sirven para promocionar una determinada comarca, para presentar rutas de senderismo y, en todo caso, fomentar un uso lúdico y familiar de la tecnología, pero al aire libre.